Saberse equidistante, en un punto medio, justo ahí. Todos los ascensores lo esperaban llenos de desconocidos. Uno, dos, tres, de tres en tres, como queriendo probarse. Subía las escaleras, solo.
El tiempo, lugar común, inevitable.
El infinito, agregación, suma que no acaba.
Todo lo que le sobrevivirá, sus restos. El resto.
Yacen en el fondo, olvidados. Lo manuscrito.
En su boca, de su boca. Nacen sombras.
...de tres en tres, como queriendo probrarse.
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