Tríadas

Saberse equidistante, en un punto medio, justo ahí. Todos los ascensores lo esperaban llenos de desconocidos. Uno, dos, tres, de tres en tres, como queriendo probarse. Subía las escaleras, solo.

El tiempo, lugar común, inevitable.

El infinito, agregación, suma que no acaba.

Todo lo que le sobrevivirá, sus restos. El resto.

Yacen en el fondo, olvidados. Lo manuscrito.

 En su boca, de su boca. Nacen sombras.

...de tres en tres, como queriendo probrarse.

Sigo

Giró donde no debía, y siguió, siguió...

(Con esto debo hacer algo)

El silencio es una línea recta, oscura. Detrás, un fondo cálido que tiende al rojo.

[Escribía mientras la imaginaba, aséptica, insonora...]

Aire

El Señor Zeta enciende el primer cigarrillo del día mientras piensa en gente varada en aeropuertos. Un par de pericos rayan la luz de la mañana con sus gritos. Libélulas, escarabajos, mariposas, moscas, rasgan su humo ajenos a él. Sonríe después de terminar su café.

«Volar, el sueño de los hombres y los pájaros enfermos»

Zero<

Crecer para llenarlo todo

                                                                   

                                                                                         primigenia pulsión.

...

Pasa que a veces, en las noches, me despierta alguna frase. La repito con los ojos aún cerrados y me digo que con ella escribiré algo fantástico. Me levanto, voy a la cocina, tomo agua y me vuelvo a acostar. Pasa que a veces, saco alguna de esas frases de la nevera mientras le preparo el desayuno a mi hijo. Nunca saben tan bien como cuando me despertaron.

Mi hijo me sonríe y con eso basta.