jueves, 24 de octubre de 2019

Fuego gris


El pequeño dios se posa en el banco. Mira las palmas de sus manos azules. Las ve arder sin consumirse. Toca con el dedo índice una de sus muñecas y sube hasta la sangradura dibujando un lento camino de serpiente.

Abre el libro secreto.

En cada página, un dibujo de aquello que no será hasta que él lo decida. Pequeños símbolos en el borde inferior. Juega con ellos. Desliza un punto dentro de una estrella y todo se torna rojo. Luego, mueve ambos hasta el otro extremo. El escarabajo del dibujo comienza a moverse dentro de la hoja. Choca contra los bordes para volver siempre sobre el mismo sitio. Da un pequeño golpe con su dedo medio y lo ve salir del libro mientras se hace un poco más grande.

Pasa ambas manos sobre su cara. Sopla sobre ellas en cuenco y una llama verde aparece ante sí.

Vuelve sobre el libro. Toma otro punto y lo desliza sobre otra estrella. Los mueve hacia el otro extremo y el par de niños del dibujo toman impulso para saltar. Otra vez su dedo índice golpea el libro.

Echa su cabeza hacia atrás y ve un cielo lleno de nubes. Se pregunta qué pasará cuando no hayan ya más puntos ni estrellas. Baja la mirada hacia el libro y lo cierra mientras en silencio mueve los labios.